miércoles, 3 de febrero de 2010

El cielo eclipsa el sol




Dos minutos antes de partir, te robo los besos que ayer no te di. Me quedo mirandote a tavés del cristal que me separa del andén. Tantas lunas llenas de pasión, tu mirada grabará en mi alma amor. De nuevo regreso a mi ciudad... perdiendo la libertad.

Sueños, y fantasías llenas de ilusiones, que van mirando nuestros corazones. No entiendo por qué el cielo eclipsa el sol con mis temores, si no hay duda de lo que sentimos: hoy nos amamos pero ayer sufrimos. Es dura la distancia entre los dos.

La noche se tiñe sobre mi. Pensar en mis recuerdos es pensar en ti. Todo está oscuro a mi alrededor, necesito a solas escuchar tu voz. Sueño con el viernes, vuela mi ilusión, y la recompensa es todo lo mejor. Cierro la maleta y a correr... soy libre otra vez.

Y yo paso las horas en mi habitación, acompañada de mi crispación, tarareando el segundero del reloj. Y yo, asalariado de mi soledad, prisionero de tu voluntad, nunca tengas la distancia como amistad. Y yo, que sin ti no puedo ser más yo, que sin mi nunca podré sentir...



[Prisionero de tu voluntad, Estrago]